lunes, 8 de noviembre de 2010

UN BANQUEE FAMILIAR DE WILLEM VAN HERP, por Alfredo Pastor

En este bello cuadro de Willem Van Herp (1614-1677) observamos una ves más cómo la gastronomía puede ser el centro motivador de una bonita pintura, como es este caso el Banquete familiar, título de esta obra de arte.
            Este lienzo refleja una escena propia de una familia burguesa de la época, con un buen número de integrantes que se nos muestran con diferentes actitudes. La mesa parece ser el centro de la concordia que Willem refleja. La composición se ajusta a una excelente disposición de diagonales.
            Los efectos de claroscuro hacen precisamente que al pintor proyecte la mayor claridad en el centro del cuadro, coincidiendo con la disposición de los alimentos en la mesa: la luz se vierte sobre el mantel y los alimentos, iluminando los rostros de los protagonistas.
            El banquete tiene lugar en una modesta estancia donde la armonía de los presentes gira en torno al tema de la gastronomía. El autor plasma en los rostros de cada uno de los personajes  una actitud diferentes de gozo y de alegría. Véase , por ejemplo como un muchacho recoge con su sombrero los alimentos que arroja una pareja desde la escalera..
En relación con  la época, el autor utiliza también como motivo esencial para la disposición del grupo de personajes los placeres de la buena mesa, decantándose por mostrarnos lo que hoy  denominaríamos una cocina de degustación, más que de ingestión, convirtiendo a este espacio gastronómico  en un espectáculo visual y sensoria. En este caso: la comida es una estrategia de seducción y presentación para hacer un cuadro precioso.

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